A menos de dos semanas del término de nuestra Semana grande queremos dejaros con un resumen de nuestro Viernes Santo 2017, como viene siendo habitual, tanto en números como en sentimientos.

En primer lugar, un año más, queremos empezar dando las gracias a todas aquellas personas que nos acompañaron, a los hermanos de luz, hermanos penitentes, hermanos que portan las insignias de nuestra Cofradía, cuerpo de acólitos, autoridades, Escolta de Representación de la Policía Nacional, organizadores de filas, costaleros, devotos y, a la Agrupación Musical Centuria Romana de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Así como a todas aquellas personas que de un modo u otro ayudaron o participaron en nuestra Estación de Penitencia. Gracias. Como siempre os decimos todos juntos hacemos que nuestra Hermandad sea cada vez más grande no sólo en número de hermanos sino además en Fe, Devoción y saber estar.

El año pasado hicimos agradecimientos personales a cada uno de los cuerpos que formaron parte de nuestro cortejo procesional así como a nuestra Cofradía hermana, la Cofradía de María Santísima de la Amargura.

En esta ocasión, quisiéramos detenernos de nuevo una vez más en una mención especial a esta Cofradía ya que en esta ocasión estamos cerrando un ciclo de esta Junta de Gobierno, cuatros años de ilusiones y entrega.

Somos muchos los miembros de esta directiva que disfrutamos con determinados momentos que ya se han convertido en habituales pero que para nosotros no pierden importancia. De entre ellos quisiéramos destacar la Visita a los Sagrados Monumentos, la cual, la disfrutamos mucho más al hacerla de forma conjunta con la Cofradía de María Santísima de la Amargura ya que, a pesar de ser Cofradía diferentes, tomamos decisiones juntos y nos acompañamos mutuamente. Estos momentos de Hermandad entre Cofradías que pasan desapercibidos para muchos no pasan desapercibidos para nosotros. Y ojalá sea así durante muchos años.

Otro momento que queremos destacar especialmente, conocedores de que hay muchos más entre éstas dos Cofradías, es el momento de su encuentro en el Llano de la Cruz, momento en el que Nuestro Padre espera unos minutos la llegada de su madre, Amargura, para que al son de la Banda de Nuestra Madre se giren durante unos segundos para un encuentro de miradas y emociones. Sin duda un momento que a pesar de ser sólo unos minutos distingue lo que debe ser una relación entre dos Cofradías como las nuestras. Desde aquí queremos daros las gracias porque cada año podemos disfrutar de muchos momentos como estos.

A continuación, queremos dejar en cifras los que fue nuestra Estación de Penitencia. Dentro de la Parroquia de Santa María del Soterraño entraron 128 papeletas de sitio. Por la Calle Moralejo, había unos 388 hermanos de luz, 80 costaleros, 15 directivos, 16 niños, 15 hermanos penitentes alumbrando, 48 con cadenas y alumbrando y 43 con cadenas y cruz, 65 músicos, más las personas que portan la Bandera, el SPQR y 8 lanceros. En total, como es habitual, estamos hablando de unas 700 personas más los devotos que acompañan con su luz detrás a Nuestro Padre Jesús Nazareno. No obstante, sabemos que este número se incrementa a su paso por la Calle Carrera ya que muchas personas y niños se unen al cortejo después de nuestra salida de la Plaza San José.

Para concluir, quisiéramos terminar dando las gracias por vuestro apoyo, por ese voto de confianza que nos dieron nuestros hermanos hace cuatro años, el cual hizo que se abriera un nuevo ciclo de ilusión, trabajo y devoción por el cuidado y crecimiento de nuestra Cofradía. Gracias por confiar en nosotros y gracias por permitirnos trabajar durante cuatro años más por esta gran hermandad. Gracias a todas aquellas personas que nos ayudaron y ayudan a salir adelante. Esperamos haber estado a la altura. 

 

 

Compartir en Menéame
Compartir en Tuenti
Compartir en Digg it!
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter